El término gyotaku, formado por los fonemas “gyo” (pescado) y “Taku” (frotar), se podría traducir como “impresión de peces”, esta técnica no sólo refleja con gran fidelidad sobre el papel la fisonomía de algunos animales marinos, sino también su alma y esencia. Es una forma de estampación muy extendida en algunos países asiáticos, se trata de una experiencia creativa y un registro documental.
Crear un gyotaku implica tocar, presionar hasta llegar a conocer la anatomía del animal y sentir el frío de su cuerpo muerto.
Se originó a mediados del siglo XVIII, tal vez procedente de China, aunque las últimas investigaciones le dan su localización exacta en Japón. La impresión más antigua se remonta a 1862 durante la época Edo.
Esta forma de impresión natural fue usada por pescadores que querían tener un registro de sus mejores capturas, pero también se convirtió en una forma de Arte. A mediados del siglo XIX los pescadores lo utilizaban para recordar sus capturas y en los mercados y pescaderías “se imprimían los peces” a la venta, indicando el nombre, el peso, el precio y la fecha de captura.
Incluso hoy todavía se pueden encontrar gyotakus en algunos mercados tradicionales y los pescadores deportivos enmarcan como trofeos las impresiones de los ejemplares que pescan.